En un bol grande, bate los huevos muy bien. Agrega la nata, la harina y sal y pimienta al gusto y remueve.
A continuación, echa dentro las espinacas cocidas y el salmón cortado en trocitos. Añade también tres cucharaditas de perlas de vinagre balsámico IGP y remueve.
Coloca la lámina de masa quebrada en un molde bajo redondo y pínchala con un tenedor para que al hornear no se hinche.
Vierte la masa dentro y hornea durante una hora a 180º.
Sirve con unas perlas de vinagre balsámico más y decora con una hojita de perejil.
